
Del bendito cielo cayó un solitario cigarrillo
Mi amigo lo vió, lo metió al bolsillo y se quemó el calzoncillo
Ay!, pero que gil es mi amigo por el hecho
Que yo, a éste cigarrillo lo tiraría en el techo.
En el techo porque allí, para nadie, hay peligro alguno.
Porque hay giles que se creen el número uno
De que se lo mete y no se quema el calzoncillo,
Como aquel gil que se lo metió en el bolsillo.
Amigo, ahora te quemaste el calzoncillo,
Lo dije mientras me soplaba el cerquillo.
No sabía que estaba prendido el cigarrillo, dijo mi amigo
Y para que te lo metes en el bolsillo, yo le digo.
Normales hay muchos; inteligentes pocos; y sabios, algunos
Pero por el acto que hizo mi amigo, ninguno.